Por qué más Bitcoiners brasileños se están mudando a Paraguay?
Los bitcoiners brasileños se trasladan a Paraguay
Durante años, Paraguay se ha visto eclipsado por sus vecinos sudamericanos más grandes. Pero ahora, una creciente ola de inversores brasileños en Bitcoin y emprendedores digitales están recurriendo a esta nación sin salida al mar como un paraíso de oportunidades financieras.
En el centro de esta migración está el sistema tributario territorial de Paraguay, que exime de impuestos a los ingresos extranjeros, según Livecoins.
A diferencia de Brasil, donde las ganancias de las criptomonedas están fuertemente gravadas, Paraguay permite a los Bitcoiners mantener más de sus ganancias. Además, su bajo coste de vida, la energía hidroeléctrica barata y las regulaciones laxas lo convierten en un destino atractivo para aquellos en la criptoeconomía.
Un entorno favorable a Bitcoin
Más allá de las ventajas fiscales, Paraguay ofrece un entorno que de alguna manera se alinea con el espíritu libertario de Bitcoin. El país cuenta con uno de los costes de electricidad más bajos del mundo, gracias a la central hidroeléctrica de Itaipú, lo que hace que la minería de Bitcoin sea mucho más rentable. Ciudad del Este, una zona de libre comercio en la frontera con Brasil, ya es un centro de negocios de electrónica y criptomonedas.
Paraguay también atrae a quienes buscan autonomía personal y financiera. La posesión de armas es más accesible que en Brasil, la educación en casa es legal y la adopción local de monedas digitales está creciendo, con cajeros automáticos que facilitan las transacciones de Bitcoin y stablecoin.
A medida que los gobiernos de todo el mundo endurecen la regulación de las criptomonedas, Paraguay se ha convertido en un santuario emergente para aquellos que buscan la soberanía financiera. La continuidad de esta tendencia depende de si el país puede mantener su equilibrio actual de baja intervención y altas oportunidades.
Mientras tanto, Brasil se ha consolidado como líder mundial en criptomonedas, con 26 millones de ciudadanos -el 12% de la población- que poseen activos digitales. Esto sitúa al país en el sexto puesto mundial en adopción de criptomonedas, lo que pone de relieve su creciente impacto en el sector.
