21.11.2024
Eugene Komchuk
Redactor en Traders Union
21.11.2024

Greenpeace contra Bitcoin: por qué a los ecologistas no les gusta BTC

Greenpeace contra Bitcoin: por qué a los ecologistas no les gusta BTC Por qué a Greenpeace no le gusta Bitcoin

Greenpeace lleva años criticando Bitcoin por su supuesta "falta de sostenibilidad". Sin embargo, la organización no ve que el principal activo digital no sólo evita dañar el medio ambiente, sino que contribuye positivamente a él.

Del amor al odio

Bitcoin y la mayor organización ecologista del mundo tienen una larga historia. En 2014, Greenpeace decidió aceptar donaciones de Bitcoin, alabando la criptodivisa por sus bajas comisiones por transacción en comparación con los bancos.

Sin embargo, las cosas cambiaron en 2021, cuando Greenpeace decidió dejar de aceptar donaciones en BTC. Por primera vez, la organización expresó su preocupación por el alto consumo de energía de la criptodivisa.

"La energía necesaria para hacer funcionar Bitcoin está creciendo significativamente, y esta política ya no parece razonable", dijo entonces un representante de Greenpeace.

Greenpeace frente a Proof-of-Work

Con el tiempo, las declaraciones de Greenpeace sobre Bitcoin se hicieron más duras. La organización comenzó a citar con frecuencia afirmaciones como "Bitcoin consume tanta energía como un gran país europeo."

En 2022, Greenpeace lanzó la campaña "Cambia el código, no el clima", instando a Bitcoin a pasar del algoritmo Proof-of-Work (PoW), que consume mucha energía, al Proof-of-Stake (PoS), más sostenible. La organización señalaba como ejemplo Ethereum, que recientemente había pasado de la minería a la estaca. En opinión de Greenpeace, Bitcoin se había convertido en la mayor criptomoneda que seguía utilizando un mecanismo de consenso obsoleto y de alto consumo energético.

La comunidad Bitcoin ignoró en gran medida estos ataques, y parece que fue una decisión acertada. Según datos recientes, la relación de precios ETH/BTC en las principales bolsas ha caído a su nivel más bajo desde marzo de 2021-0,032. Desde su pico de 2024, la relación ha disminuido en más del 47%.

Una batalla con Wall Street

Las frustraciones de Greenpeace aumentaron aún más a principios de este año, cuando la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) aprobó una nueva herramienta de inversión: el ETF de Bitcoin al contado.

La organización criticó la decisión, calificando el ETF de Bitcoin de nueva amenaza medioambiental. Según los ecologistas, se trataba de una victoria para Wall Street pero "una pérdida para el clima y la sociedad".

Greenpeace cree que el crecimiento de Bitcoin amenaza los esfuerzos climáticos

Greenpeace afirma firmemente que la creciente popularidad de Bitcoin plantea "serios desafíos a los esfuerzos para reducir las emisiones de carbono y prevenir las peores consecuencias de la crisis climática."

Sin embargo, el conflicto entre ecologistas y Wall Street no acabó ahí. En el verano de 2024, Greenpeace publicó un informe en el que pedía a las principales empresas que apoyan Bitcoin que asumieran su responsabilidad por la contaminación ambiental.

La organización nombró a Trinity Capital, Stone Ridge Holdings, BlackRock, Vanguard y MassMutual como los principales "patrocinadores de la contaminación", alegando que estas empresas incentivan financieramente la minería de Bitcoin, perpetuando así las amenazas medioambientales.

Greenpeace consiguió incluso llamar la atención del Fondo Monetario Internacional (FMI), que en uno de sus informes sugería aumentar los impuestos sobre la electricidad para "reducir las emisiones de los mineros de criptodivisas."

Estos casos ponen de manifiesto la constante preocupación de Greenpeace por el impacto medioambiental de Bitcoin. Sin embargo, la organización está muy equivocada.

Los beneficios de la minería de Bitcoin

La minería de Bitcoin no consiste sólo en crear activos digitales; también es un componente vital de la economía moderna. Garantiza la seguridad descentralizada y la resistencia de la red, dando servicio a millones de usuarios en todo el mundo.

Al mismo tiempo, las empresas mineras están realizando una transición activa hacia fuentes de energía renovables. Hoy en día, aproximadamente el 60% de la energía utilizada para la minería proviene de fuentes limpias como la solar, la eólica y la hidroeléctrica.

La minería de Bitcoin también impulsa la innovación en el sector energético. Por ejemplo, las empresas han empezado a utilizar el excedente de energía que de otro modo se desperdiciaría. Esto mejora la eficiencia del sistema energético y reduce la huella de carbono.

Además, las operaciones mineras en pozos petrolíferos o vertederos ayudan a reducir las emisiones de metano. Al quemar el gas asociado o capturar el metano, estas empresas reducen significativamente el efecto invernadero de este potente gas.

En lugar de ver la minería de Bitcoin como una amenaza, Greenpeace debería reconocerla como una herramienta esencial para el avance de las tecnologías sostenibles y la innovación financiera.

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