EE.UU. y Corea del Sur lanzan una iniciativa conjunta para combatir la ciberdelincuencia en el ámbito de las criptomonedas

Estados Unidos y Corea del Sur colaborarán para reforzar las medidas de seguridad destinadas a proteger los activos digitales y desarrollar métodos más eficaces para rastrear los fondos robados.
Según la agencia de noticias Yonhap, EE.UU. y Corea del Sur han firmado oficialmente un acuerdo para crear herramientas avanzadas destinadas a prevenir los ciberataques contra los sistemas de criptomonedas y sacar a la luz los métodos utilizados por los delincuentes para blanquear los fondos robados.
Además de estas áreas, la asociación se extenderá a la lucha contra los programas de ransomware y otros métodos ilegales utilizados para convertir activos financieros tradicionales en criptodivisas.
Es importante señalar que este acuerdo se firmó en un momento en el que Corea del Norte ha intensificado sus esfuerzos en materia de ciberdelincuencia y se ha convertido en un actor clave en los robos mundiales de criptodivisas, lo que ha llevado a EE.UU. a buscar la experiencia de Corea del Sur.
Las criptomonedas alimentan programas nucleares y de misiles
Anteriormente, la empresa de análisis Chainalysis informó de que los piratas informáticos norcoreanos, incluido el famoso Grupo Lazarus, eran responsables de una parte significativa de las violaciones del protocolo de finanzas descentralizadas (DeFi), acumulando casi mil millones de dólares en activos robados.
Además, Corea del Norte ha utilizado plataformas de mezcla de criptomonedas, como Tornado Cash, para ocultar el origen de los fondos robados. Los expertos creen que estos ingresos ilícitos están alimentando los programas nucleares y de misiles del país, por lo que el desarrollo de contramedidas es una prioridad tanto para Corea del Sur como para Estados Unidos.
Piratas informáticos norcoreanos han sido identificados como los culpables del robo de 308 millones de dólares de la bolsa de criptomonedas japonesa DMM en mayo. Esta revelación se produjo en una declaración conjunta de las fuerzas del orden de Estados Unidos y Japón.