Fin de la era metaverso: Por qué la tecnología no logró ganar popularidad

Hace sólo unos años, el metaverso era un tema candente en el mundo de la tecnología, visto como el pináculo del desarrollo de la realidad virtual. Sin embargo, con el paso del tiempo, la expectación se desvaneció y la mayoría de las empresas archivaron sus proyectos de metaverso indefinidamente.
La semana pasada, la Organización Trump de Donald Trump presentó inesperadamente una solicitud de marca para TRUMP en el metaverso. El concepto consiste en un mundo virtual dedicado al ex presidente de EE.UU., donde los usuarios pueden comprar ropa digital y diversos productos, cenar en restaurantes virtuales con la marca Trump e incluso dar paseos simulados en limusinas y aviones. También se espera que la plataforma lance su propio mercado NFT.
La iniciativa de Trump de crear su propio metaverso parece cuestionable, dado que la mayoría de los actores del sector de las criptomonedas hace tiempo que perdieron el interés por este concepto.
¿Qué es el metaverso?
El metaverso es un mundo virtual en el que los usuarios pueden interactuar, trabajar, aprender y entretenerse a través de avatares digitales. El término fue introducido por primera vez por el escritor estadounidense Neal Stephenson en su novela de ciencia ficción Snow Crash (1992).
En el libro, el metaverso se describe como una realidad virtual donde la gente puede viajar, comerciar y comunicarse. Con el tiempo, esta idea inspiró a los desarrolladores para crear tecnologías que acercaran este concepto a la realidad.
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El metaverso recibió una gran atención en 2021, cuando Facebook cambió su nombre por el de Meta e introdujo Horizon Worlds, una plataforma para crear e interactuar en mundos virtuales a través de la realidad virtual. Este movimiento dio un gran impulso a la industria, impulsando a Microsoft, Nvidia, Epic Games y otros gigantes tecnológicos a invertir fuertemente en el desarrollo de la realidad virtual.
El pico de popularidad del metaverso
En el verano de 2022, Oxford University Press nombró "metaverso" una de las palabras más populares del año. Por primera vez, la votación pública determinó la selección, convirtiéndola en un fiel reflejo del interés mundial.
Según los informes, el uso del término se multiplicó por cuatro, en gran parte debido a la comunidad criptográfica.
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A lo largo de 2022, numerosas empresas y ciudades de todo el mundo lanzaron sus propios proyectos metaversos o anunciaron planes para hacerlo. Por ejemplo, Ford, uno de los mayores fabricantes de automóviles del mundo, presentó múltiples solicitudes de marca para productos relacionados con el metaverso.
Otros ejemplos son:
- Playboy, que anunció su proyecto de metaverso MetaMansion.
- Seúl, que presentó un metaverso de ciudad respaldado por el gobierno.
- Puma, que lanzó Black Station, un centro digital de moda con zapatillas virtuales.
- Interpol, que presentó el primer metaverso policial mundial.
La lista de proyectos metaversos parecía interminable, hasta que el interés por esta tendencia empezó a decaer.
Luchas y cierres de proyectos metaversos
En 2023, el entusiasmo por el metaverso había decaído notablemente. Estaba claro que muchos proyectos no cumplían las expectativas: la participación de los usuarios era escasa, los equipos de RV seguían siendo caros y las limitaciones técnicas creaban barreras para su adopción masiva.
Como consecuencia, Microsoft cerró su división de Metaversos Industriales y Meta redujo significativamente la financiación de Horizon Worlds. Los metaversos basados en blockchain, como Decentraland y The Sandbox, se enfrentaron a un descenso de la actividad de los usuarios y a la caída de los precios de los terrenos virtuales. Muchos proyectos más pequeños se abandonaron por completo.
Cuando las empresas dejaron de ver un potencial económico sustancial en el metaverso, el interés de los inversores se desplazó hacia la inteligencia artificial (IA), que rápidamente se reveló como un campo mucho más práctico y rentable.
La cruda realidad
El metaverso, antaño considerado revolucionario, se ha visto eclipsado por tecnologías más prometedoras. La idea de los mundos virtuales se ha enfrentado a grandes retos, como el elevado coste del hardware, las limitaciones técnicas y la falta de compromiso de los usuarios, lo que ha llevado a las grandes empresas a abandonar el concepto. Microsoft, Meta y otros gigantes tecnológicos han reorientado sus esfuerzos, mientras que los inversores se han centrado en la inteligencia artificial, la Web3 y otras innovaciones emergentes que ofrecen mayores aplicaciones en el mundo real.
En este contexto, el intento de Donald Trump de crear su propio metaverso parece anticuado y con pocas probabilidades de éxito. La mayor parte de la industria ya ha abandonado la idea, y es dudoso que un mundo virtual con temática Trump reviva una tendencia que se desvanece.
Aunque los metaversos siguen existiendo, su tiempo como fenómeno dominante ha pasado. El mundo se mueve ahora hacia la IA generativa, las aplicaciones descentralizadas y las soluciones más prácticas, dejando el metaverso como un concepto de nicho con poco potencial a largo plazo.