Teoría de la demanda contra XRP: Por qué la SEC demandó a Ripple Labs

El caso de la SEC contra Ripple Labs es uno de los temas más discutidos en el mercado de las criptomonedas. Aunque parece que la demanda se presentó únicamente para proteger a los inversores, hay teorías que cuestionan esta narrativa. ¿Y si la propia demanda formara parte de una estrategia más amplia destinada a proteger a las instituciones financieras tradicionales y preservar sus enormes beneficios derivados de las elevadas comisiones por transacción?
XRP como amenaza para las finanzas tradicionales
XRP, siendo uno de los principales actores en el mundo de las criptodivisas, se ha esforzado desde su creación por mejorar el sistema de transacciones ofreciendo una solución que es significativamente más barata y más rápida que los sistemas bancarios tradicionales. En concreto, las tecnologías de Ripple y el token XRP podrían reducir significativamente los costes de las transferencias internacionales. En aquel momento, XRP facilitaba transacciones transfronterizas por valor de unos 70.000 millones de dólares cada trimestre, y cada transacción costaba apenas unos céntimos. Esta eficiencia económica contrastaba fuertemente con las transferencias bancarias SWIFT tradicionales, que cobraban comisiones que oscilaban entre 20 y 50 dólares por transacción, a menudo acompañadas de retrasos en la liquidación que podían durar varios días.
El papel de los bancos en las elevadas comisiones de transferencia
El sistema bancario y las instituciones financieras tradicionalmente obtienen ingresos de las comisiones cobradas por las transferencias y transacciones internacionales. Estas comisiones pueden ser bastante elevadas y representan una importante fuente de ingresos para los bancos de todo el mundo. Sin embargo, con el desarrollo de las tecnologías blockchain y las criptodivisas como XRP, el negocio bancario se enfrenta a una amenaza: las criptodivisas pueden reducir significativamente las comisiones y acelerar los tiempos de transacción.
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Observando la situación actual desde una perspectiva más amplia, queda claro que a los bancos no les interesa perder sus ingresos por estas comisiones. Por eso pueden percibir las criptomonedas como una amenaza para su negocio. Según algunos expertos, este podría ser el motivo de la demanda presentada contra Ripple: proteger el actual sistema de pagos internacionales, en el que las instituciones financieras desempeñan un papel clave, de posibles pérdidas multimillonarias.
Momento de la demanda y posible conexión con instituciones financieras
Un post en X del conocido experto en criptomonedas bajo el seudónimo All Things XRP arroja luz sobre una teoría interesante: quizás la demanda de la SEC no solo se presentó para cumplir con las normas regulatorias, sino también para proteger a las instituciones financieras, como los bancos y SWIFT, de la amenaza que supone la rápida escalada de XRP.
La SEC acusó a Ripple de vender XRP ilegalmente, clasificando la criptomoneda como un valor. Ripple, a su vez, argumentó que XRP es un activo digital, no un valor, y que la regulación de la criptomoneda debería seguir principios diferentes a los de los instrumentos financieros tradicionales.
Es importante señalar que la demanda fue presentada pocos días antes de la dimisión del presidente de la SEC, Jay Clayton, que tenía estrechos vínculos con las principales instituciones financieras, incluyendo Goldman Sachs y JPMorgan. Como señala el comentarista, tales conexiones pueden haber desempeñado un papel clave en la decisión de presentar la demanda contra Ripple en este momento crítico.
En 2020, cuando la SEC presentó la demanda contra Ripple, el precio de XRP cayó un 66% en un solo día, lo que provocó la pérdida de alianzas comerciales cruciales y la retirada del activo de varias bolsas. Esto detuvo el progreso de Ripple, que ya estaba mostrando crecimiento y atrayendo la atención de los principales actores del mercado financiero.
Por ejemplo, MoneyGram, socio de Ripple para transferencias internacionales, suspendió su uso de XRP poco después de que se presentara la demanda. Al mismo tiempo, SWIFT comenzó a explorar tecnologías blockchain para mejorar sus operaciones, lo que, según el comentarista, podría haber sido una consecuencia directa de la presión legal sobre Ripple.
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Esta teoría también plantea la cuestión de por qué XRP se enfrentó a tal escrutinio por parte de la SEC, mientras que proyectos similares, como Ethereum, experimentaron una regulación más indulgente. A diferencia de Ethereum, cuya ICO de 2014 fue esencialmente aprobada por la SEC, XRP tuvo que enfrentarse a una dura persecución. Esto crea la impresión de que XRP se convirtió en un objetivo no solo para proteger a los inversores, sino también para salvaguardar los intereses de los principales actores del mercado financiero.
Desde que se presentó la demanda, Ripple ha seguido luchando por su posición, y aunque la empresa gastó más de 200 millones de dólares en costes legales, su progreso no se detuvo. En 2023, el tribunal dictaminó que las ventas de XRP en mercados secundarios no son transacciones de valores, lo que provocó que el precio de la criptodivisa subiera un 73% en un solo día. Sin embargo, según All Things XRP, el daño ya estaba hecho. XRP desapareció en gran medida de las plataformas de negociación de Estados Unidos, y muchas instituciones financieras, temiendo la incertidumbre regulatoria, optaron por no involucrarse con ella.
Sin embargo, estos acontecimientos no marcaron el final de XRP. Al contrario, se convirtieron en un catalizador para un mayor desarrollo.
¿Pueden las acciones de la SEC salvar el sistema bancario?
La respuesta a esta pregunta depende de muchos factores. Sin embargo, es importante señalar que el sistema financiero ya ha comenzado a adaptarse al nuevo estado de cosas. Algunos grandes bancos están empezando a invertir en tecnología blockchain e incluso a implementar sus propias soluciones de criptomoneda para aumentar la eficiencia de sus operaciones. Sin embargo, por el momento, es poco probable que las instituciones financieras tradicionales vean con calma una amenaza como XRP y criptodivisas similares.
No obstante, Ripple sigue desarrollando su plataforma y atrayendo nuevas asociaciones, y los casos en su contra se han convertido en un interesante indicador de cómo interactuarán los reguladores con las tecnologías emergentes en el futuro.
Conclusión
Si la demanda de la SEC es realmente un medio para proteger a los bancos de pérdidas significativas en las comisiones por transacciones, plantea importantes preguntas sobre el futuro del mercado de criptodivisas. XRP sigue demostrando su capacidad para reducir las comisiones y acelerar las transferencias internacionales, y si esta tendencia continúa, es probable que los bancos empiecen a buscar formas de adaptarse a las nuevas realidades.Sólo el tiempo dirá si Ripple y XRP pueden convertir las circunstancias actuales a su favor y reescribir la historia de las guerras de criptodivisas, apoderándose del liderazgo entre las altcoins.