El precio del oro apunta a los 3.000 dólares: las compras de los bancos centrales y la incertidumbre económica impulsan la demanda

Varios temas se han unido para impulsar el oro este año. Según George Milling-Stanley, estratega de oro de State Street Global, los tres temas principales que han impulsado el oro son las fuertes compras de los bancos centrales, la renovada inversión china y la mayor demanda de los inversores occidentales en un entorno de incertidumbre geopolítica y económica.
Los bancos centrales refuerzan sus reservas de oro
Los bancos centrales de los mercados emergentes están a la cabeza, con importantes compras de oro destinadas a reducir su dependencia de los activos denominados en dólares. Muchos de estos bancos centrales tienen menos del 5% de sus reservas en oro, por lo que esta oleada de compras no se detendrá pronto. Los bancos centrales han aumentado sus reservas durante 14 años consecutivos, y su apetito sigue siendo fuerte, especialmente a medida que continúan reequilibrando sus reservas de dólares a oro. Por lo tanto, la demanda de los bancos centrales por sí sola está apoyando la trayectoria ascendente del precio del oro, creando una base sólida para futuras ganancias.
Los inversores chinos huyen hacia el oro
El tradicional encanto del oro ha vuelto a cautivar a los inversores chinos debido a preocupaciones económicas como el agravamiento de los problemas inmobiliarios y la presión sobre los mercados bursátiles locales. El atractivo de "refugio seguro" es difícil de ignorar, especialmente cuando los activos nacionales se enfrentan a continuos desafíos.
Esta creciente demanda de China añade una capa global al atractivo del oro. Como subraya Milling-Stanley, el oro se ha valorado durante mucho tiempo como un depósito fiable de riqueza, especialmente en tiempos de dificultades económicas.
Los inversores occidentales se fijan en el oro por los temores geopolíticos
En Norteamérica y Europa, los inversores se sienten igualmente atraídos por el oro, pero por razones ligeramente distintas. El temor a las tensiones mundiales y a una posible recesión económica ha llevado a muchos inversores occidentales a refugiarse en el oro. Y con una posible bajada de tipos de la Reserva Federal en el horizonte, el oro podría recibir otro impulso si el dólar estadounidense se ablanda.
Aunque las predicciones sobre los precios varían, la demanda sostenida de estas diversas fuentes podría mantener los precios del oro en una senda alcista, quizás incluso acercándose a los 3.000 dólares por onza si persisten las condiciones.
Goldman Sachs apoya el sentimiento alcista sobre el oro, ya que los inversores ven tipos bajos en el horizonte y recurren a los metales preciosos en busca de estabilidad.