El índice del dólar estadounidense se debilita mientras el mercado está atento al informe JOLTS y a las implicaciones de la política de la Fed

El índice del dólar estadounidense (DXY) registró un importante descenso del 3,7% en el primer trimestre de 2025, estabilizándose a mediados de marzo en el nivel de 102,8, soporte de cinco meses.
A pesar de un breve repunte, el índice sigue bajo presión, cotizando a 103,6 en la sesión europea del 1 de abril, tras alcanzar un máximo de 103,8 a primera hora del día. El tono bajista de la sesión de hoy sugiere que los operadores se están posicionando a la baja.
La caída del dólar refleja la creciente preocupación por los datos económicos estadounidenses y las expectativas de política monetaria. El próximo informe de ofertas de empleo y rotación laboral (JOLTS) de febrero es clave para los operadores, ya que proporcionará información sobre la fortaleza del mercado laboral, un factor esencial para las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal. El consenso del mercado espera que las ofertas de empleo desciendan hasta los 7,63 millones, lo que reforzaría el enfriamiento del mercado laboral.
En la reunión de política monetaria de marzo de la Reserva Federal, los funcionarios reconocieron unos niveles de desempleo estables y un mercado laboral aún sólido. Sin embargo, cualquier deterioro brusco de las ofertas de empleo podría aumentar las expectativas de un giro moderado en la política de la Reserva Federal, lo que podría acelerar la trayectoria bajista del dólar. Por otra parte, los indicadores de inflación, en particular los datos del IPC subyacente, han reforzado las especulaciones de que la Reserva Federal podría relajar su política monetaria más pronto que tarde.
Dinámica del precio del dólar estadounidense (octubre de 2024 - marzo de 2025). Fuente: Tradingview
RSI bajista y resistencia en 104,26 para limitar el rebote del DXY
El Índice de Fuerza Relativa (RSI) diario se mantiene en territorio bajista, lo que indica un impulso bajista en curso. La resistencia en 104,26, que marcó el máximo de la semana pasada, supone un obstáculo inmediato para cualquier recuperación alcista. La resistencia adicional de 105,0, reforzada por la media móvil exponencial (EMA) de 50 días, limita las subidas. A la baja, una ruptura por debajo de 102,8 marcaría un nuevo mínimo de seis meses, aumentando la probabilidad de caídas más profundas.
El sentimiento actual favorece una mayor debilidad del dólar, impulsado por las expectativas de un mercado laboral más débil y posibles cambios en la política de la Reserva Federal. Sin embargo, si los datos del JOLTS sorprenden al alza, indicando un mercado laboral más fuerte de lo esperado, podría aumentar la confianza en la capacidad de recuperación de la economía estadounidense, lo que provocaría un repunte a corto plazo del dólar. La dirección a corto plazo dependerá en gran medida de los próximos datos del mercado laboral y de la interpretación que haga el mercado de los próximos movimientos de la Reserva Federal.
El índice del dólar estadounidense (DXY) cayó por tercer día consecutivo, retrocediendo desde máximos de tres semanas. El RSI del índice mostró signos de debilitamiento mientras los operadores esperaban las próximas noticias sobre política comercial.