El frágil crecimiento de la eurozona y la persistente inflación atenúan las perspectivas del EUR/USD

El EUR/USD ha tenido un mes de noviembre complicado, registrando su mayor caída mensual de 2024 hasta la fecha. Los osos arrastraron al par hacia el nivel de 1,0500, un umbral psicológico crítico. Sin embargo, el impulso alcista parece estar consolidándose, ya que este nivel ofrece un soporte temporal.
Sin embargo, el panorama general sugiere problemas para el euro. El Vicepresidente Luis de Guindos reconoció recientemente los avances en materia de inflación, pero destacó la debilidad del consumo como un lastre persistente para la economía de la eurozona. Planteó su preocupación por la fragilidad del crecimiento, calificando los patrones de consumo de "factor clave" para entender la ralentización.
Esta fragilidad se refleja en la serie de tres recortes de tipos aplicados por el BCE desde junio, cuyo objetivo es combatir el enfriamiento del crecimiento y controlar la inflación. Aunque los precios al consumo han disminuido, la inflación de los servicios, impulsada por el fuerte crecimiento de los salarios, sigue siendo un escollo. Los salarios también se han disparado en respuesta a la inflación, y los responsables políticos confían en que esto acabe impulsando el gasto de los consumidores. Sin embargo, persisten las dudas sobre la evolución de la productividad y los salarios, lo que empaña las perspectivas económicas de la eurozona.
Políticas divergentes entre el BCE y la Reserva Federal
Por el lado estadounidense, la postura de la Reserva Federal añade más presión al euro. Powell señaló recientemente que no era urgente aplicar recortes adicionales. Por otra parte, el rendimiento a 10 años registró una fuerte subida de 82 puntos básicos entre septiembre y noviembre. Una señal de que se mantiene la confianza en la economía estadounidense y de que aumentan los costes de los préstamos, lo que fortalece al dólar.
Entretanto, el euro lucha por afianzarse, ya que los recortes de tipos en la eurozona amplifican la divergencia de políticas. Esta creciente divergencia de política monetaria entre el BCE y la Fed está pesando mucho sobre el EUR/USD. Si se mantiene el impulso bajista, el par corre el riesgo de alcanzar un mínimo de dos años por debajo de 1,0500. Por ahora, los toros del euro penden de un hilo, pero sin unos fundamentos más sólidos, las perspectivas siguen siendo sombrías.
El euro cayó durante cinco días consecutivos hasta su nivel más bajo en 2024. Sin embargo, el EUR/USD se recuperó cuando el IPM de Alemania y el IPC de Francia superaron las previsiones.