China se niega a cumplir las exigencias arancelarias de Trump

China prometió tomar represalias después de que el presidente Donald Trump amenazara con un fuerte aumento de los aranceles sobre las importaciones chinas, escalando las tensiones entre las dos mayores economías del mundo y aumentando la probabilidad de un conflicto comercial prolongado.
En un enérgico comunicado el martes, el Ministerio de Comercio de China calificó la medida de Estados Unidos como "un error sobre un error" y se comprometió a "luchar hasta el final" si Washington procede. La respuesta se produjo apenas unas horas después de que Trump anunciara sus planes de aumentar los aranceles otro 50% a menos que China revierta sus propias medidas de represalia, informa Bloomberg.
Los mercados reaccionan mientras los funcionarios se preparan para el impacto
Las autoridades chinas han intensificado sus esfuerzos para estabilizar el sistema financiero en medio de las tensiones. El Banco Popular de China relajó los controles sobre el yuan, ayudando a las exportaciones a seguir siendo competitivas, mientras que los fondos de inversión vinculados al Estado -comúnmente conocidos como el "equipo nacional"- intervinieron para comprar activos nacionales. Las autoridades también señalaron la posibilidad de anticipar el estímulo y ampliar el acceso al crédito.
A pesar de estas medidas, el yuan se debilitó hasta su nivel más bajo desde septiembre de 2023 en las operaciones en tierra y cayó a mínimos de dos meses en las operaciones en el exterior. La renta variable, sin embargo, se recuperó, y el índice Hang Seng China Enterprises subió un 3,7% tras su peor caída en un solo día desde la crisis financiera de 2008.
La última subida arancelaria de Trump, que se sumará a un arancel "recíproco" del 34% a partir del 9 de abril y a un aumento del 20% a principios de este año, elevaría la carga arancelaria total sobre los productos chinos al 104%. Un funcionario de la Casa Blanca señaló que, de hecho, esto duplica el coste de importar productos chinos a EE.UU.
No hay diálogo a la vista y persiste el silencio diplomático
Aunque Pekín reiteró su voluntad de resolver las disputas a través del diálogo, Trump amenazó con detener todas las conversaciones a menos que China cumpla con demandas estadounidenses no especificadas. El punto muerto se agrava por la falta de comunicación directa entre ambos líderes.
Trump no ha hablado con el presidente Xi Jinping desde que regresó al cargo, lo que supone el silencio más prolongado en dos décadas para un presidente estadounidense en ejercicio. Michelle Lam, economista de la Gran China en Societe Generale SA, advirtió que "sin Trump dando marcha atrás, los inversores pueden necesitar prepararse para la disociación comercial entre ambos países."
Además, Donald Trump defendió el domingo su decisión de imponer aranceles generalizados a casi todos los socios comerciales de Estados Unidos, a pesar de una fuerte venta en los mercados financieros y las preocupaciones de los líderes empresariales.