Las acciones de Nvidia suben gracias a la tregua comercial mientras las perspectivas técnicas siguen siendo débiles

A 10 de abril de 2025, Nvidia Corporation (NASDAQ: NVDA) cotiza a 114,33 dólares, lo que representa una notable ganancia de más del 9% respecto a la sesión anterior.
El rango de precios intradía ha sido volátil, desde un mínimo de 94,61 $ hasta un máximo de 115,06 $, con una apertura a 98,90 $. El volumen de negociación fue excepcionalmente alto, con más de 612 millones de acciones intercambiadas, lo que sugiere una fuerte participación institucional en el último movimiento alcista.
A pesar de este espectacular repunte, la tendencia técnica general de Nvidia sigue bajo presión. El valor sigue cotizando por debajo de sus medias móviles clave de 50 y 200 días, que se sitúan aproximadamente en 127,39 y 127,73 dólares, respectivamente. Estos niveles han actuado históricamente como zonas de resistencia, y hasta que la acción no los recupere, cualquier impulso alcista debe considerarse con cautela. El patrón de la "cruz de la muerte", en el que la media móvil de 50 días ha cruzado por debajo de la de 200 días, sigue vigente y señala una tendencia bajista a medio plazo.
Dinámica de la cotización de NVDA (febrero de 2025 - abril de 2025). Fuente: TradingView.
Los indicadores de impulso ofrecen una imagen mixta. El Índice de Fuerza Relativa (RSI) se sitúa actualmente en torno a 40,62, por debajo del nivel neutral (50), pero aún no en territorio de sobreventa (30 o inferior). Esto implica que sigue habiendo cierta presión bajista, aunque el fuerte rebote puede atraer a los operadores de impulso en busca de un cambio de tendencia. El soporte clave está en 105 $ y luego en 96 $. Al alza, la resistencia se espera en 130 $ y 150 $, ambos niveles probados anteriormente donde intervinieron los vendedores.
Contexto del mercado y acontecimientos recientes
El último repunte de las acciones de Nvidia se ha visto impulsado por noticias macroeconómicas más que por catalizadores específicos de la empresa. El 9 de abril, el presidente Donald Trump anunció por sorpresa una pausa de 90 días en los aranceles recíprocos, excluyendo a China. La medida se interpretó como una reducción de las tensiones comerciales y un intento de apoyar el sentimiento del mercado antes de los datos clave de inflación. El índice PHLX de semiconductores (SOX) subió un 18,7%, la mayor subida en un solo día desde su creación en 1994. Nvidia fue uno de los valores más alcistas, con una subida del 18,7%, su mejor resultado en casi dos años.
Aunque estas noticias supusieron un alivio inmediato, Nvidia sigue enfrentándose a riesgos estructurales. Una propuesta de arancel estadounidense del 32% sobre las importaciones taiwanesas podría tener implicaciones materiales para sus operaciones. Nvidia depende en gran medida de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) para la fabricación de chips avanzados. Cualquier alteración de esta relación podría afectar a los plazos de producción, las estructuras de costes y, en última instancia, los márgenes. Este riesgo geopolítico sigue siendo una amenaza persistente para el valor.
Además, persiste la preocupación general por las valoraciones de la IA y los precios del sector tecnológico. Nvidia ha sido un ejemplo de crecimiento relacionado con la IA, pero la incertidumbre macroeconómica -especialmente en torno a los tipos de interés y la inflación- sigue planteando retos para los valores con múltiplos elevados.
Escenarios de precios
De cara al futuro, las acciones de Nvidia parecen preparadas para una volatilidad continuada. Si el impulso alcista se mantiene y el nivel de soporte de 105 dólares permanece intacto, la acción podría intentar un movimiento hacia los 130 dólares. Una ruptura sostenida por encima de los 130 $ con un fuerte volumen sería la primera señal de un auténtico cambio de tendencia y podría abrir la puerta a probar los 150 $ a medio plazo.
Sin embargo, si este rebote se desvanece y Nvidia no logra recuperar su media móvil de 50 días, una nueva presión vendedora podría devolverla hacia los 96 dólares. Los acontecimientos geopolíticos en curso y cualquier cambio en el tono de la Reserva Federal podrían influir en qué camino se materialice.
A principios de esta semana, las acciones de Nvidia se enfrentaron a una presión renovada a medida que los aranceles estadounidenses y las restricciones a la exportación de hardware de IA profundizaron las preocupaciones sobre su exposición a China y las interrupciones en la cadena de suministro. Aunque Bank of America sigue siendo optimista sobre el liderazgo de Nvidia en IA a largo plazo, el aumento de las tensiones geopolíticas, la creciente competencia de empresas chinas como DeepSeek y la volatilidad macroeconómica siguen pesando sobre sus perspectivas a corto plazo.