Las acciones de Nvidia suben a 110 dólares por la apuesta por los chips de IA, que desafían la caída de la tecnología de 2025

A 14 de abril de 2025, Nvidia Corporation (NASDAQ: NVDA) cotiza a 110,93 dólares, lo que supone una ganancia diaria del 3,12%.
A pesar de este repunte, el valor sigue perdiendo un 17,39% en lo que va de año, lo que refleja los retos macroeconómicos actuales y la preocupación de los inversores por las altas valoraciones. Actualmente, el valor cotiza aproximadamente un 27% por debajo de su máximo de 52 semanas de 153,13 $, pero aún así ha registrado una impresionante ganancia del 22,42% en los últimos 12 meses, lo que demuestra su resistencia a pesar de los vientos en contra.
El panorama técnico de Nvidia sugiere un escenario complejo. El índice de fuerza relativa (RSI) se sitúa cerca de niveles neutros, lo que sugiere que no hay sobreventa ni sobrecompra. La media móvil de 50 días, actualmente en torno a los 118 $, actúa como próxima resistencia por encima, mientras que la media móvil de 200 días, más cercana a los 104 $, sigue siendo un nivel de soporte crítico. Si el título supera la marca de 118 $, podría volver a probar las zonas de resistencia de 125 $ y 135 $. A la baja, el fracaso en mantener el soporte de 104 $ abriría la puerta hacia los 95 $.
Dinámica de la cotización de NVDA (febrero 2025 - abril 2025). Fuente: TradingView.
El volumen de negociación ha sido elevado en las últimas sesiones, con un volumen intradía superior a 310 millones de acciones. Esto indica un fuerte interés de los inversores, pero también una mayor volatilidad. El rango de negociación inmediato se sitúa entre 106 y 112 dólares, con potencial para una ruptura en cualquier dirección en función de noticias catalizadoras u orientaciones relacionadas con los beneficios.
Perspectivas del sector de la IA y posición estratégica de Nvidia
El contexto más amplio del mercado que rodea a Nvidia está impulsado por la continua demanda de infraestructuras relacionadas con la IA, la computación en la nube y el crecimiento de los centros de datos. El dominio de Nvidia en el segmento de las GPU sigue siendo indiscutible en términos de rendimiento. Su último sistema de servidor NVL72 supuestamente ofrece hasta 30 veces más rendimiento de inferencia en comparación con los sistemas anteriores, posicionando a Nvidia como la columna vertebral de hardware para las cargas de trabajo de IA.
Sin embargo, los retos aumentan. Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China están aumentando, con aranceles anunciados recientemente por un total del 145%. Aunque China aún no ha atacado directamente a Nvidia, el riesgo geopolítico podría tener implicaciones a largo plazo para las cadenas de suministro y el abastecimiento de componentes. Al mismo tiempo, los principales proveedores de la nube como Amazon (Trainium) y Google (Ironwood TPU) están acelerando sus esfuerzos para desarrollar chips de IA internos, reduciendo la dependencia de Nvidia. Esta tendencia podría lastrar la trayectoria de crecimiento a largo plazo de Nvidia, aunque alianzas como la adopción por parte de Google Cloud de los chips Vera Rubin de Nvidia demuestran que la colaboración sigue siendo sólida.
Noticias recientes también indican que Nvidia planea invertir miles de millones de dólares en nuevas infraestructuras de fabricación de chips y de IA en Estados Unidos, en línea con los esfuerzos federales para deslocalizar las cadenas de suministro de tecnología crítica. Estas inversiones pueden mejorar la resistencia de Nvidia a las interrupciones del comercio mundial y posicionarla para beneficiarse de los subsidios gubernamentales vinculados a la Ley CHIPS e iniciativas similares.
Escenarios a corto plazo
De cara al futuro, es probable que las acciones de Nvidia sigan siendo volátiles, pero muestran signos de estabilización por encima del nivel de 105 dólares. Si mejora el sentimiento macroeconómico y los próximos resultados reafirman la fuerte demanda de GPU de IA, es plausible una ruptura alcista hacia los 125 $ en las próximas 4-6 semanas. Esto requeriría una confirmación mediante un cierre por encima de la media móvil de 50 días y un volumen sostenido.
En el lado bajista, una ruptura por debajo de 104 $ podría desencadenar una corrección hacia 95 $, especialmente si resurgen las preocupaciones por la inflación o los tipos de interés. En general, Nvidia sigue siendo un valor de beta alta estrechamente ligado a las tendencias de la IA y a los flujos del sector tecnológico. A corto plazo, se espera un rango de cotización de 104 a 125 dólares, con un sesgo al alza si el gasto en IA y las inversiones en centros de datos siguen acelerándose.
La semana pasada, Nvidia subió un 18,7% -su mayor repunte en casi dos años- después de queel presidente Trump anunciara una pausa de 90 días en los aranceles recíprocos, lo que elevó las acciones de semiconductores en todos los ámbitos. Sin embargo, el valor aún se enfrenta a riesgos estructurales, como la propuesta de un arancel estadounidense del 32% sobre las importaciones taiwanesas, que podría interrumpir su cadena de suministro a través de TSMC.