Las acciones de Tesla se mantienen en 252 $ mientras el riesgo de aranceles y las débiles entregas enturbian las perspectivas

Tesla Inc. (NASDAQ: TSLA) cotiza actualmente a unos 252,35 dólares, lo que supone un fuerte descenso del 38% en lo que va de año.
La acción ha luchado por mantener el impulso, con la reciente acción del precio formando un patrón de triángulo descendente - a menudo considerado una señal de continuación bajista. La capitalización bursátil de Tesla se sitúa en torno a los 811 560 millones de dólares, y su beneficio por acción (BPA) de los últimos doce meses es de 2,04 dólares, lo que se traduce en una relación precio/beneficio (PER) de 123,80 veces. Esto sugiere que la acción sigue siendo cara según las métricas de valoración tradicionales, especialmente dados los recientes reveses en el crecimiento de la empresa.
El soporte se sitúa cerca de los 240 dólares, un nivel que se ha probado varias veces en 2024, mientras que la resistencia se sitúa en torno a los 280 dólares. Tesla cotiza por debajo de sus medias móviles de 50 y 200 días (266 y 274 dólares, respectivamente), lo que confirma aún más la presión bajista. Las lecturas del Índice de Fuerza Relativa (RSI) se sitúan en torno a 42, lo que indica que la acción se acerca a territorio de sobreventa, pero carece de impulso para un rebote significativo sin un fuerte catalizador fundamental.
Dinámica de la cotización de TSLA (febrero de 2025 - abril de 2025). Fuente: TradingView.
Las tendencias de volumen también reflejan la creciente cautela de los inversores. El volumen medio diario de negociación de Tesla en el último mes ha descendido a unos 95 millones de acciones, frente a una media de tres meses de 121 millones, lo que indica una menor participación tanto de inversores institucionales como minoristas. En cuanto a las opciones, el ratio de interés abierto entre opciones de venta y de compra ha subido a 1,32, el nivel más alto desde mediados de 2023, lo que muestra un claro sesgo bajista. La volatilidad implícita se sitúa en el 62%, notablemente superior a la media del S&P 500 del 21%, lo que sugiere una elevada incertidumbre en torno a las perspectivas de Tesla a corto plazo. Estos indicadores refuerzan la configuración técnica bajista y sugieren una presión continuada a menos que el sentimiento mejore significativamente.
Contexto macroeconómico y noticias específicas de la empresa
El bajo rendimiento de Tesla se ha visto agravado por las decepcionantes cifras de entregas del 1T 2025. La compañía entregó aproximadamente 337.000 vehículos, un 13% menos interanual y unas 40.000 unidades por debajo de las estimaciones de consenso. Es la primera vez desde 2020 que las entregas caen tan bruscamente por debajo de las expectativas. Los analistas atribuyen esta caída a varios factores: los cuellos de botella en la producción debido a los cambios de plataforma, los cambios en la confianza de los consumidores y la competencia de modelos EV de menor coste a nivel mundial.
A la presión se suman los aranceles impuestos recientemente por EE.UU. a las piezas de automóviles importadas, que plantean un nuevo reto. Aunque Tesla ensambla la mayoría de sus vehículos en EE.UU., su dependencia de componentes importados, sobre todo de China y el sudeste asiático, significa que el aumento de los costes es inevitable. Los analistas estiman que los nuevos aranceles podrían elevar los costes de producción por vehículo de Tesla hasta en 4.000 dólares. Aunque algunos componentes electrónicos han obtenido exenciones temporales, el régimen arancelario más amplio introduce incertidumbre en la cadena de suministro de Tesla, especialmente con los próximos modelos en desarrollo.
Además, la presencia política cada vez más polarizadora de Elon Musk se ha convertido en una preocupación creciente tanto entre los inversores institucionales como entre los compradores minoristas. Algunos analistas creen que los comentarios políticos de Musk pueden estar alienando a los consumidores preocupados por el medio ambiente, tradicionalmente una base fuerte para Tesla.
Escenarios de mercado
A corto plazo, es probable que las acciones de Tesla sigan bajo presión debido a la combinación de la debilidad de las entregas, el aumento de los costes de producción y los vientos en contra macroeconómicos. A menos que la empresa sorprenda a los inversores con unas previsiones para el segundo trimestre mejores de lo esperado o con el lanzamiento anticipado de la nueva plataforma de vehículos, persisten los riesgos a la baja.
Si se rompe el soporte de 240 dólares, el valor podría caer aún más hacia los 220 dólares. Sin embargo, si la confianza vuelve a ser positiva por los próximos anuncios de productos o la mejora de las tendencias de entrega, es plausible una recuperación hacia el rango de 270-280 dólares. Por ahora, los datos técnicos favorecen la consolidación o una mayor caída, y es probable que cualquier repunte sea efímero a menos que se vea respaldado por mejoras tangibles en los fundamentales de Tesla.
El rendimiento de las acciones de Tesla se ha debilitado en medio de un fuerte descenso de las entregas en los principales mercados, incluida una caída del 11% en China y de más del 45% en Alemania y Francia. En Estados Unidos, su cuota de mercado sigue reduciéndose a medida que los fabricantes de automóviles tradicionales ganan terreno con ofertas competitivas de vehículos eléctricos e híbridos.