Las acciones de Nvidia suben un 2% mientras los compradores ponen a prueba la resistencia en medio de los vientos en contra de las exportaciones

Nvidia (NASDAQ: NVDA) está mostrando signos de estabilización tras un volátil comienzo de 2025. El valor cotiza ahora a 98,89 dólares, un 2% más en las últimas 24 horas.
Este leve repunte se produce después de haber puesto a prueba el soporte técnico clave de 96 $, lo que sugiere cierto interés de compra en niveles inferiores. A pesar de este repunte a corto plazo, Nvidia sigue cotizando muy por debajo de su media móvil de 200 días en torno a los 130 $, lo que indica que la tendencia bajista general sigue intacta.
El gráfico sigue mostrando un patrón de cuña descendente, una configuración que a menudo se considera una posible reversión alcista si se confirma con una ruptura por encima de la resistencia. En el caso de Nvidia, la línea de tendencia superior de esta cuña se sitúa cerca de los 110 dólares, un nivel que podría actuar como barrera inmediata para nuevas ganancias. Una ruptura sostenida por encima de esta línea, especialmente con un mayor volumen, podría apuntar a la media móvil de 200 días en 130 $.
Dinámica de la cotización de NVDA (febrero 2025 - abril 2025). Fuente: TradingView.
El soporte se mantiene firme en 96 $, con 76 $ como nivel secundario a la baja en caso de que se reanude la presión vendedora. El RSI ha subido con el reciente rebote, pero sigue por debajo de 50, lo que sugiere que el impulso está mejorando, pero aún no es fuerte. El histograma MACD muestra un aplanamiento del impulso negativo, señal de que la presión bajista podría estar cediendo, aunque aún no se ha producido un cruce alcista.
Sobresaliente regulatorio y divergencia en la demanda de IA
El rebote hasta los 98,89 dólares se produce en un contexto de continua incertidumbre en torno al potencial de exportación de Nvidia a China. Las restricciones del gobierno estadounidense a las exportaciones de chips de IA de gama alta -incluida la serie H20- ya han supuesto un cargo de 5.500 millones de dólares en las cuentas de Nvidia. Dado que China representará más de 17.000 millones de dólares en ingresos en el ejercicio fiscal de 2025, las restricciones suponen un claro lastre para los ingresos.
Los analistas de Wall Street estiman que las limitaciones a la exportación podrían reducir los ingresos del ejercicio fiscal 2026 entre un 5% y un 8% y los beneficios por acción entre un 6% y un 10%. Esto ha moderado el entusiasmo, especialmente entre los inversores en crecimiento que anteriormente habían apostado por Nvidia basándose en la demanda exponencial de IA.
Al mismo tiempo, a Nvidia no le faltan alicientes. Sus chips Blackwell de nueva generación están experimentando una fuerte demanda por parte de clientes de hiperescala. Grandes empresas tecnológicas como Microsoft, Google y Amazon siguen ampliando su infraestructura de IA, y Nvidia está en el centro de esa expansión. Sin embargo, los inversores mantienen la cautela ante la posibilidad de un exceso de oferta a corto plazo, especialmente si las condiciones macroeconómicas mundiales se deterioran o la monetización de la IA no alcanza las expectativas.
Consolidación probable antes de una ruptura direccional
Con el rebote a 98,89 $, Nvidia parece estar entrando en una fase de consolidación dentro del rango de 96 a 110 $. Un movimiento decisivo por encima de 110 $ confirmaría probablemente el final del patrón de cuña descendente y allanaría el camino para volver a probar la media móvil de 200 días cerca de 130 $. Este escenario requiere unas condiciones macroeconómicas favorables y una relajación de los vientos en contra regulatorios, dos factores que en la actualidad siguen siendo inciertos.
A la baja, cualquier rechazo de los niveles de 100-110 dólares podría provocar nuevas ventas, especialmente si los índices tecnológicos más amplios flaquean. Si la ruptura de los 96 dólares es decisiva, no puede descartarse una caída hacia los 76 dólares.
La reciente caída de las acciones de Nvidia no sólo se debe a la debilidad técnica, sino también a la escalada de las restricciones estadounidenses a la exportación de chips de inteligencia artificial a China. Las nuevas normas de concesión de licencias detienen en la práctica los envíos de GPU H20 avanzadas, lo que afecta a un mercado que ha aportado hasta el 20% de los ingresos recientes de Nvidia por centros de datos.