Las acciones de Nvidia repuntan un 3,6% mientras las restricciones de EE. UU. a los chips y la demanda de China lastran las perspectivas

A 25 de abril de 2025, Nvidia Corporation (NASDAQ: NVDA) cotiza a 106,43 dólares, un 3,6% más en las últimas 24 horas, lo que refleja un rebote a corto plazo desde los mínimos recientes. Sin embargo, a pesar de este repunte, la acción sigue en una posición técnicamente precaria.
En particular, Nvidia formó recientemente un "cruce mortal", en el que la media móvil de 50 días (127,39 $) cayó por debajo de la media móvil de 200 días (127,73 $). Este patrón es ampliamente interpretado por los analistas técnicos como una señal bajista, que indica la posibilidad de nuevos descensos de precios a medio plazo.
Los niveles de soporte clave para la acción se encuentran en 105 $, con una zona de soporte más crítica cerca de 96 $. Estos niveles coinciden con los máximos observados en marzo y los mínimos de agosto de 2024, respectivamente. Si se supera el umbral de los 96 $, podría producirse una caída hacia los 76 $, lo que supondría un retroceso a niveles no vistos desde mediados de 2023. Al alza, la resistencia es evidente en 130 $ y 150 $, ambas correspondientes a zonas de rechazo de precios recientes y a los límites superiores del canal actual.
Dinámica del precio de las acciones de NVDA (febrero de 2025 - abril de 2025). Fuente: TradingView.
Las lecturas del índice de fuerza relativa (RSI) siguen siendo neutras, pero sesgadas hacia el extremo inferior, lo que indica que, aunque el valor aún no está sobrevendido, persiste la presión bajista. Los perfiles de volumen también muestran más actividad de negociación en los días bajistas que en los alcistas, lo que confirma las pautas de venta institucional.
Riesgos normativos y rotación del ciclo de IA
La debilidad de las acciones de Nvidia no es únicamente técnica. La narrativa más amplia del mercado en torno a Nvidia ha cambiado notablemente desde principios de 2025. El principal obstáculo es la presión regulatoria derivada del endurecimiento de los controles de exportación estadounidenses sobre los chips avanzados de IA. Nvidia ha incurrido en un cargo relacionado con el inventario de 5.500 millones de dólares debido a estas restricciones, que afectan principalmente a sus chips H20 de alto rendimiento destinados a los mercados chinos.
Aunque Nvidia sigue a la vanguardia de la innovación en IA, con su CEO Jensen Huang desvelando plataformas de vanguardia y una nueva colaboración estratégica con General Motors para sistemas de asistencia al conductor basados en IA, el mercado no ha respondido con entusiasmo. Los inversores parecen estar recalibrándose para una ralentización en el ciclo generativo de la IA, y el capital está rotando hacia semiconductores y sectores de valor más amplios.
El analista John Vinh se refirió a la estrategia actual de Nvidia como "el movimiento correcto en el momento adecuado" a largo plazo, citando su inversión en inferencia y diversificación de chips de entrenamiento. Sin embargo, a corto plazo, Vinh reconoció que es probable que los problemas geopolíticos y regulatorios mantengan el ánimo moderado.
Atención a los 96 dólares por si se confirma la ruptura
Si el valor no recupera de forma convincente la zona de 115 a 120 dólares, es probable que vuelva a probar pronto el nivel de 105 dólares. Una ruptura limpia por debajo de este umbral abre la puerta a los 96 $, un nivel que, si se supera, confirmaría un retroceso completo del rally de finales de 2024. En caso de una presión vendedora sostenida, Nvidia podría deslizarse hacia los 76 $, un nivel coherente con anteriores zonas de consolidación.
Por el contrario, una ruptura decisiva por encima de los 130 $ invalidaría la actual pauta bajista y reintroduciría el impulso alcista, aunque ese escenario parece actualmente menos probable sin un catalizador positivo significativo, como la flexibilización de la normativa o un informe de beneficios innovador.
La reciente evolución del precio de Nvidia refleja algo más que factores técnicos, ya que las presiones macroeconómicas y normativas siguen pesando mucho. El factor más significativo es la pérdida de 5.500 millones de dólares de ingresos por los controles de exportación de EE.UU. sobre sus chips de IA H20, que perturban su estrategia clave de crecimiento en Asia.