La libra esterlina retrocede desde máximos de tres años por las apuestas a un recorte de tipos y la fortaleza del dólar estadounidense

La libra esterlina bajó el miércoles a 1,338 dólares, prolongando su caída por segunda sesión consecutiva, mientras el dólar estadounidense recuperaba terreno antes de los datos clave de inflación. A pesar de la caída, la libra esterlina se mantiene cerca de su nivel más alto desde febrero de 2022 y ha subido casi un 3,8% en abril, marcando su mejor rendimiento mensual desde finales de 2023.
El repunte del dólar se produce mientras los operadores se preparan para la publicación del índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE) de Estados Unidos, el indicador de inflación preferido de la Reserva Federal. Los rendimientos de los bonos del Tesoro también se recuperaron, y los bonos a 2 y 10 años subieron hasta el 3,66% y el 4,17%, respectivamente, tras romper una racha de cuatro días de pérdidas. Este impulso en los rendimientos ayudó a elevar el índice del dólar estadounidense (DXY) por encima de 99,00, ejerciendo presión sobre los principales pares de divisas, incluyendo GBP/USD.
La libra esterlina se ve lastrada además por las crecientes expectativas de que el Banco de Inglaterra recorte los tipos de interés en su reunión de política monetaria de mayo. Aunque se ha considerado que el Reino Unido está relativamente protegido del impacto de los aranceles de EE.UU. -dado su superávit de bienes con EE.UU.-, las recientes señales económicas se han inclinado a favor de la relajación. Megan Greene, responsable de política económica del BoE, señaló esta semana que la política arancelaria introducida por el presidente Donald Trump puede resultar desinflacionaria para la economía británica. Mientras tanto, las expectativas de inflación más suaves y las subidas de impuestos para los empresarios se han sumado al tono cauteloso.
Dinámica de precios del GBP/USD (marzo de 2025 - abril de 2025) Fuente: TradingView.
Las perspectivas de la libra esterlina dependen de las señales políticas del Banco de Inglaterra
En el frente económico, los datos de ofertas de empleo JOLTS de EE.UU. para marzo revelaron la lectura más baja desde septiembre de 2024, situándose en 7,19 millones e indicando un posible enfriamiento en el mercado laboral. Si bien estos datos pueden respaldar las expectativas de recorte de tipos de la Fed, también refuerzan la percepción de que el impulso económico mundial se está debilitando, lo que alimenta la demanda de divisas a corto plazo.
De cara al futuro, la atención del mercado sigue centrada en los próximos datos laborales y de inflación de EE.UU., que podrían recalibrar las expectativas sobre el próximo movimiento de la Fed. Para la libra esterlina, el camino a seguir dependerá del tono del Banco de Inglaterra y de si las presiones inflacionistas justifican un retraso o una aceleración de su ciclo de relajación de la política monetaria.
Como ya se ha comentado, la libra ha mostrado una relativa fortaleza durante el mes de abril, impulsada por la disminución de las amenazas arancelarias y las prudentes previsiones de tipos del Banco de Inglaterra. Sin embargo, la incapacidad del par para mantenerse por encima de 1,3400 en medio de una mayor resistencia del dólar refleja la sensibilidad actual a las expectativas de tipos globales y a las señales macroeconómicas estadounidenses.