Los alcistas del índice del dólar estadounidense esperan los datos clave del IPC para impulsar la ruptura por encima de 101.5

El índice del dólar estadounidense amplió su recuperación el lunes 12 de mayo, aprovechando su reciente fortaleza para alcanzar un máximo de sesión de 101,5 puntos. El movimiento se produjo tras conocerse la noticia de una tregua arancelaria de 90 días entre EE.UU. y China, que rebaja temporalmente los aranceles transfronterizos y reduce los temores a un enfrentamiento comercial prolongado.
Esta noticia estimuló el apetito por el riesgo en los mercados financieros, elevó los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense y mejoró la demanda del billete verde.
La reacción alcista impulsó al DXY decisivamente por encima de la marca psicológica de 100,0 por primera vez en semanas. Sin embargo, la subida del lunes acabó chocando con una confluencia de resistencias técnicas: una línea de tendencia bajista a largo plazo formada desde el primer trimestre de 2025 y la media móvil exponencial de 50 días. Ambas barreras se mantuvieron, obligando al precio a retroceder ligeramente y establecerse en un estrecho rango entre 101,0 y 101,5.
Dinámica del precio del DXY (septiembre de 2024 - mayo de 2025). Fuente: TradingView
En la sesión europea del martes 13 de mayo, el DXY rondaba los 101,2, manteniendo el soporte en el nivel de 101,0. El retroceso actual desde el máximo del lunes se ha producido con un volumen ligeramente al alza, lo que indica que los vendedores están activos pero aún no dominan. Esto refleja indecisión ante una prueba de resistencia clave y unos datos económicos que podrían influir en el mercado.
La publicación del IPC básico puede ser el catalizador para que el DXY supere la resistencia de la EMA y la línea de tendencia.
En el centro de la atención del mercado está la línea de tendencia bajista, que ha contenido todos los intentos de rebote del DXY en el último trimestre. Una ruptura por encima de este nivel, especialmente si va acompañada de un movimiento decisivo por encima de la EMA de 50 días, podría señalar un cambio de la recuperación a una tendencia alcista sostenida.
Técnicamente, el RSI diario se mantiene en territorio alcista, lo que sugiere que el impulso alcista está intacto. Los alcistas del dólar deben superar la resistencia de la tendencia, idealmente con el apoyo de nuevos factores fundamentales.
Ese impulso podría llegar en breve con la publicación del IPC subyacente estadounidense de abril. El mercado espera una subida mensual del 0,3%, tras el 0,1% anterior. Si la cifra real supera las previsiones, podría alimentar las expectativas de una política monetaria más restrictiva, reforzar aún más los rendimientos del Tesoro y dar al dólar el impulso necesario para romper al alza. Hasta entonces, la dirección del DXY a corto plazo pende entre fuertes barreras técnicas y la anticipación macroeconómica.
El DXY subió por encima de 101,0 después de que EE.UU. y China acordaran una tregua arancelaria de 90 días. El precio rompió al alza durante las horas europeas, ya que la mejora del sentimiento impulsó la demanda de dólares.