Las acciones de Nvidia caen un 1,4% mientras su director planea una venta de 550 millones de dólares
A nivel macroeconómico, la posición de Nvidia se ve influida por la inflación, las expectativas de tipos de interés y la política monetaria
Nvidia (NASDAQ: NVDA) cotiza actualmente a 139,99 $ a 6 de junio de 2025, lo que supone un ligero descenso del 1,4% en el día, tras una sesión volátil en la que los precios oscilaron entre 137,88 $ y 143,97 $.
Aspectos destacados
- Las acciones de Nvidia están mostrando signos de agotamiento a corto plazo con un RSI por encima de 70 y el precio acercándose a la resistencia clave de 145 $.
- La venta de acciones por valor de 550 millones de dólares propuesta por un directivo se suma a la cautela de los inversores en medio de los continuos riesgos comerciales entre EE. UU. y China.
- A pesar de ello, la fuerte demanda de infraestructuras de IA respalda una perspectiva alcista a largo plazo.
El valor ha seguido una pronunciada tendencia alcista en los últimos meses, impulsado por los sólidos beneficios y el continuo entusiasmo por la inteligencia artificial. La media móvil de 50 días se sitúa ahora en 128,50 $, mientras que la media móvil de 200 días es de 115,20 $. Con el precio muy por encima de estas dos líneas de tendencia, Nvidia sigue siendo técnicamente alcista a medio plazo. Sin embargo, esta separación de las medias móviles también implica un riesgo de reversión a la media a corto plazo.
El Índice de Fuerza Relativa (RSI) se encuentra actualmente en 72, lo que lo sitúa firmemente en territorio de sobrecompra. Esto sugiere que el rally puede estar sobreextendido y que un período de consolidación o un retroceso podría ser inminente. Cabe señalar que los niveles de RSI por encima de 70 preceden históricamente a la toma de beneficios entre los operadores de impulso. El MACD (Moving Average Convergence Divergence) sigue mostrando una alineación alcista, con la línea del MACD por encima de la línea de señal, aunque las barras del histograma se están estrechando. Este aplanamiento indica una disminución del impulso alcista, que a menudo precede a un retroceso o a una acción lateral.
Dinámica del precio de las acciones de NVDA (abril de 2025 - junio de 2025). Fuente: TradingView
En cuanto a los niveles de precios, la resistencia inmediata se sitúa en 145,00 $, justo por debajo del máximo intradía de 143,97 $. Si Nvidia supera este nivel con un fuerte volumen, podría poner a prueba la barrera psicológica de 150,00 $, que también se alinea con sus recientes máximos históricos. Sin embargo, si no supera la resistencia, podría desencadenar una presión vendedora a corto plazo. Los niveles de soporte se observan en 135,00 $ y más firmemente en 130,00 $, que anteriormente sirvieron como zonas de pivote durante la reciente subida del título. Una caída por debajo de 130,00 dólares sugeriría una ruptura del actual canal alcista y abriría la puerta a caídas más profundas hacia el rango de 122,00 dólares.
Las ventas internas y los riesgos regulatorios aumentan la cautela
El contexto general en torno a Nvidia ha cambiado ligeramente después de que un directivo de la empresa propusiera vender acciones por valor de 550 millones de dólares. Esta actividad interna, aunque no es indicativa del rendimiento de la empresa en sí, suele ser una señal de alarma para los participantes en el mercado. Este tipo de ventas suelen ser una señal de cautela en cuanto a la valoración a corto plazo, sobre todo después de una subida importante del precio. Esto, unido a los elevados múltiplos de valoración de Nvidia, ha generado cierta inquietud entre los inversores institucionales.
Las restricciones estadounidenses a la exportación de chips avanzados de inteligencia artificial ya han lastrado las previsiones de ingresos, y la compañía prevé una pérdida de ventas de hasta 8.000 millones de dólares como consecuencia de las restricciones a los envíos a China. Aunque Nvidia ha tomado medidas para reorientar el suministro hacia el mercado nacional y otros mercados internacionales, la brecha sigue siendo importante. No obstante, el crecimiento en los segmentos de centros de datos e infraestructuras de IA sigue superando las expectativas, liderado por la fuerte demanda de su arquitectura Blackwell.
A nivel macroeconómico, la posición de Nvidia se ve influida por dinámicas de mercado más amplias, como la inflación, las expectativas de tipos de interés y la política monetaria. Aunque el S&P 500 y el Nasdaq se han mantenido firmes, el tono agresivo de las últimas declaraciones de la Reserva Federal tiene en vilo a los inversores. Los valores tecnológicos de alto crecimiento con valoraciones elevadas, como Nvidia, son especialmente sensibles a las subidas de tipos, ya que el aumento de los rendimientos afecta a los modelos de descuento de flujos de caja futuros. Esto crea un entorno complejo para las acciones de Nvidia a corto plazo, en el que los sólidos fundamentales chocan con el cambiante sentimiento de los inversores y la incertidumbre macroeconómica.
Consolidación por delante, con sesgo alcista intacto
Teniendo en cuenta tanto la configuración técnica como los factores fundamentales, es probable que las acciones de Nvidia entren en una fase de consolidación a corto plazo. Aunque el impulso a largo plazo permanece intacto, varias señales de advertencia -sobrecompra del RSI, estrechamiento del MACD, ventas internas y debilitamiento del volumen- sugieren una subida limitada a corto plazo. Sería saludable y esperable un retroceso hacia el nivel de soporte de 135,00 $. Si ese nivel no se mantiene, el próximo objetivo bajista se sitúa cerca de 130,00 $.
Por el contrario, la superación de los 145,00 $ sería una señal alcista, especialmente si se confirma con un aumento del volumen. En tal caso, Nvidia podría volver a probar la zona de 150,00 $. Sin embargo, esto requiere un flujo de noticias favorables y una relajación de las presiones macroeconómicas. Si los mercados en general se mantienen estables y se cumplen las previsiones de beneficios, es posible que se produzca una nueva ruptura alcista a finales de junio.
A pesar de los riesgos geopolíticos, como los posibles aranceles de EE. UU. a los semiconductores chinos, Nvidia sigue resistiendo gracias a su diversificada cadena de suministro y a su cartera de productos de primera calidad. Su segmento de centros de datos protagonizó un explosivo crecimiento interanual de los ingresos, consolidando su papel como principal motor de ingresos de la compañía.
