El oro se dispara hasta un récord de 2.865 dólares esta semana por la debilidad del dólar

El precio del oro mantiene su impulso alcista, ampliando sus ganancias por quinto día consecutivo y marcando un nuevo máximo histórico en 2.865 dólares la onza.
El metal ha subido un 2,26% esta semana y más de un 9% en lo que va de año, impulsado por la debilidad del dólar estadounidense y la incertidumbre de los mercados sobre la política comercial de Estados Unidos. Sin embargo, los indicadores técnicos sugieren un posible retroceso antes del próximo movimiento importante.
El oro abrió la primera semana de febrero en 2.800 dólares la onza y ha mantenido una fuerte trayectoria alcista. Durante la sesión asiática del 4 de febrero, ganó un 0,67%, subiendo de 2,841 a 2,860 dólares, antes de alcanzar un nuevo máximo histórico de 2,865 dólares en la sesión europea.
Los inversores siguen favoreciendo al oro como activo refugio debido a las preocupaciones sobre el impacto económico de las políticas comerciales de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump, lo que ha debilitado al dólar estadounidense y ha impulsado aún más el atractivo del oro.
Dinámica del precio del oro (noviembre de 2024-febrero de 2025). Fuente: TradingView
El billete verde se deslizó a un mínimo de una semana, presionado por las expectativas de que la Reserva Federal pueda continuar flexibilizando la política monetaria. La ralentización del mercado laboral estadounidense reforzó los argumentos a favor de nuevos recortes de tipos, lo que hizo que el oro sin rendimiento resultara más atractivo para los inversores.
Las condiciones de sobrecompra apuntan a un posible retroceso
A pesar de su fuerte subida, el rápido ascenso del oro ha llevado al Índice de Fuerza Relativa (RSI) en múltiples plazos a territorio de sobrecompra. Esto sugiere que podría estar formándose un máximo a corto plazo, con un posible retroceso en el horizonte. Los niveles de soporte clave a tener en cuenta son los 2.812 y los 2.790 dólares, donde los compradores podrían intervenir para amortiguar cualquier caída.
Los operadores se centrarán ahora en los próximos datos económicos de EE.UU., como el informe de empleo del sector privado ADP y el PMI de servicios ISM, que podrían influir en las perspectivas de tipos de la Fed y, a su vez, en el próximo movimiento del oro. Mientras tanto, el nivel psicológico de los 2.900 dólares sigue siendo el próximo objetivo alcista del metal.
La preocupación por los aranceles comerciales del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, alimentó el repunte del oro, impulsando el precio a un máximo histórico de 2.830 dólares. Tras alcanzar este máximo, el oro experimentó un modesto descenso.