Trump estudia imponer aranceles al sudeste asiático en medio de las tensiones comerciales

El presidente Donald Trump ha intensificado las tensiones comerciales mundiales al anunciar planes para imponer nuevos aranceles, que oscilan entre el 25 % y el 40 %, a un grupo de países del Sudeste Asiático.
Los aranceles propuestos, dirigidos a países como Camboya, Indonesia, Laos, Malasia y Tailandia, pretenden tomar medidas enérgicas contra el desvío de productos chinos para evitar los aranceles estadounidenses existentes, informa Cryptopolitan.
Vietnam, que ya está sujeto a un arancel del 20% sobre las exportaciones directas y del 40% sobre las mercancías transbordadas, se cita como un centro principal en esta red de desvío. Trump afirma que estas medidas generarán más de 300.000 millones de dólares a finales de año, y se espera que los ingresos arancelarios empiecen a fluir en agosto. Esta postura agresiva coincide con la inminente fecha límite del 1 de agosto para las negociaciones comerciales bilaterales, lo que aumenta la presión sobre estos países para que lleguen a acuerdos de última hora.
Las cadenas de suministro, en peligro ante la incertidumbre sobre la aplicación de los aranceles
Los economistas advierten de que el "muro arancelario" propuesto podría desestabilizar las cadenas de suministro regionales y aumentar los precios al consumo en Estados Unidos. Alicia García Herrero, de Natixis, sugirió que no todos los países del Sudeste Asiático se enfrentarán a aranceles idénticos, dependiendo de lo profundamente vinculadas que estén sus cadenas de suministro con China. La variabilidad de los tipos introduce una incertidumbre que puede complicar aún más la planificación empresarial. Mark Williams, de Capital Economics, subrayó que una aplicación incoherente podría perturbar la ya frágil arquitectura comercial mundial.
También señaló que las empresas que anteriormente se trasladaron de China al Sudeste Asiático para evitar los aranceles podrían reconsiderarlo si la diferencia de costes se reduce, lo que podría invertir los recientes esfuerzos de diversificación. Esta creciente incertidumbre amenaza con socavar los esfuerzos de las empresas para preparar el futuro de sus estrategias de fabricación.
Los aranceles elevan los riesgos de inflación y perjudican a los consumidores estadounidenses
Si bien la política de Trump pretende restaurar la fabricación estadounidense, los analistas sostienen que puede ser contraproducente al aumentar los costos y no lograr trasladar significativamente la producción de vuelta a Estados Unidos. Mark Williams señaló que muchas industrias estadounidenses aún carecen de las economías de escala necesarias para competir con los fabricantes del sudeste asiático, incluso cuando están protegidas por aranceles.
En consecuencia, las empresas estadounidenses se enfrentan a la difícil disyuntiva de absorber los crecientes costes de importación o reducir la oferta. En última instancia, los consumidores estadounidenses pueden llevarse la peor parte de las subidas de precios, ya que los aranceles funcionan como impuestos indirectos sobre los bienes. Además, los nuevos requisitos de cumplimiento para los bienes transbordados podrían ralentizar el procesamiento de las importaciones, creando una apertura para nuevas industrias reguladoras, pero añadiendo otra capa de costes y complejidad al comercio mundial.
Recientemente escribimos que el presidente Donald Trump ha renovado su exigencia de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dimita, tras las acusaciones de que Powell prestó falso testimonio ante el Congreso.