Supervisor monetario: Por qué la gente prefiere las criptomonedas a los bancos

Los bancos, de una forma u otra, existen desde hace miles de años. Pero el progreso no se detiene, e incluso las cosas que antes se consideraban insustituibles acaban perdiendo relevancia. Lo mismo está ocurriendo con el sistema bancario, cuyas funciones están siendo asumidas gradualmente por las criptomonedas.
Cómo surgieron los bancos
El sistema bancario se remonta a miles de años atrás, cuando la gente empezó a almacenar los excedentes de grano, ganado o plata en templos y mercaderes ricos. En Mesopotamia y el Antiguo Egipto, los sacerdotes no sólo salvaguardaban los depósitos, sino que también concedían préstamos con intereses. En aquella época, la banca no era una institución independiente, sino que estaba entrelazada con la religión, el comercio y la política. Sin embargo, los elementos básicos ya existían: el depósito, el préstamo y la contabilización de la deuda.
En la antigua Grecia y Roma, las funciones bancarias eran desempeñadas por particulares - trapezites y mensarii - que aceptaban depósitos, cambiaban divisas y emitían préstamos. Tras la caída del Imperio Romano, la actividad bancaria estuvo a punto de desaparecer, pero resurgió en la Edad Media de la mano de prestamistas y casas comerciales. Los bancos florecieron sobre todo en ciudades italianas como Florencia, Venecia y Génova, donde aparecieron por primera vez los primeros pagarés y las transacciones sin efectivo.
Loading...
El banco fundado por Giovanni di Bicci de' Medici en la Florencia de principios del siglo XV se considera una de las primeras instituciones que se asemejan a una organización financiera moderna. El Banco dei Medici no sólo introdujo una red estructurada de sucursales y sistemas contables, sino que también se convirtió en un prototipo de red bancaria internacional multinivel centrada en el beneficio y la influencia.
Los historiadores atribuyen a Médicis el dicho "El dinero debe funcionar en silencio, como el buen gobierno: invisible pero eficaz".
Con el tiempo, los bancos se convirtieron en herramientas de la política estatal. Los gobiernos los utilizaron para financiar guerras, comercio exterior e infraestructuras. Los bancos centrales surgieron para imprimir dinero, controlar la inflación y fijar los tipos de interés.
Hoy en día, los bancos se posicionan como intermediarios entre el dinero y la sociedad, pero su estructura sigue siendo profundamente jerárquica y orientada al beneficio. Los productos bancarios modernos se comercializan agresivamente, independientemente de las necesidades reales, y el acceso a ellos está estrictamente regulado.
Crisis bancarias
El sistema bancario moderno ha crecido hasta tales proporciones que dio lugar a instituciones consideradas "demasiado grandes para quebrar". Esto significa que la quiebra de estos bancos podría desencadenar una reacción en cadena en toda la economía y desencadenar una crisis mundial. En lugar de dejar que el mercado se corrija a sí mismo, los gobiernos y los bancos centrales rescatan a estas entidades con el dinero de los contribuyentes, todo ello en nombre de evitar el pánico.
Pero a pesar de los esfuerzos por mantener el control, la historia ofrece numerosos ejemplos de quiebras de grandes bancos. En 2008, Washington Mutual, entonces la mayor caja de ahorros de Estados Unidos, se hundió debido a la burbuja de las hipotecas subprime, lo que supuso la mayor quiebra bancaria de la historia de Estados Unidos.
Loading...
Años más tarde, en 2023, se produjo una nueva oleada: Silicon Valley Bank, una entidad clave en el sector de la tecnología y las startups, perdió liquidez de forma abrupta. Poco después le siguieron Signature Bank y First Republic Bank. Estos incidentes demostraron que incluso los bancos bien establecidos no son inmunes a la quiebra.
Por qué los bancos están obsoletos
Los bancos no sólo son peligrosos por su inestabilidad. Hoy se parecen cada vez más a una reliquia del pasado. Cada transferencia y transacción conlleva comisiones, a menudo excesivas e injustificadas. Enviar dinero de una cuenta a otra, especialmente a través de las fronteras, sigue llevando horas o incluso días. La gente se ve obligada a pagar a los bancos por acceder a sus propios fondos, enfrentándose a limitaciones creadas no por la tecnología, sino por normas institucionales obsoletas.
Los bancos se han convertido en una abultada capa burocrática entre las personas y su dinero. Incluso las tareas básicas - abrir una cuenta, obtener la aprobación para una transferencia o emitir una tarjeta - requieren tiempo, permisos e intermediarios. Las decisiones de préstamo no se basan sólo en la solvencia, sino en oscuros algoritmos que nadie ve. El banco se ha convertido menos en un ayudante y más en un guardián financiero.
Criptomoneda en lugar de bancos
La gente abandona cada vez más los bancos tradicionales en favor de las criptomonedas, y no se trata sólo de una tendencia, sino de una elección consciente. Los activos digitales ofrecen lo que los bancos no pueden: transferencias transfronterizas instantáneas, comisiones mínimas, ausencia de intermediarios, accesibilidad 24/7 y control total sobre los activos propios.
Enviar dinero de Europa a Asia ya no lleva días ni cuesta una fortuna en comisiones de servicio. El proceso es directo, rápido y transparente: todo lo que se necesita es una criptocartera y una conexión a Internet.
Las criptomonedas también garantizan un alto grado de anonimato, resistencia a la censura e inmunidad frente a embargos por parte de gobiernos o terceros. Nadie puede "congelar su cuenta" ni imponer normas de uso: el control recae enteramente en el usuario. Y esto lo entienden ahora no sólo los bancos, sino incluso los líderes mundiales.
Loading...
Además, las criptomonedas no son sólo un sistema de pago: son una herramienta para ganar dinero. Hay muchas formas de generar ingresos:
- Trading (especulando activamente con los movimientos de precios)
- Staking (ganando recompensas por ayudar a validar transacciones)
- Farming (ganar dinero proporcionando liquidez a los intercambios descentralizados)
- Minería (generación independiente de nuevas criptomonedas)
- Arbitraje (sacar provecho de las diferencias de precios entre los mercados) - y más.
Juntas, estas características hacen del ecosistema criptográfico no sólo una alternativa a la banca, sino un sistema económico propio en toda regla.
Hacia la libertad financiera
El sistema bancario, antaño símbolo de estabilidad y confianza, se asocia ahora a comisiones, restricciones, burocracia y riesgo sistémico. La gente está cansada de intermediarios, de pedir permiso para acceder a su propio dinero y de estar a merced de instituciones que sirven a sus propios intereses.
La criptomoneda no sólo ofrece una alternativa, sino un nuevo paradigma basado en la transparencia, la autonomía y la responsabilidad individual. No es un camino para todo el mundo, pero para quienes estén dispuestos a aprender y asumir el control, es una oportunidad de dejar de ser un cliente y convertirse en el dueño de su propio capital.