Las acciones de Tesla caen por debajo de 245 dólares por el retraso del robotaxi y los aranceles, que lastran las perspectivas

A 17 de abril de 2025, Tesla Inc. (NASDAQ: TSLA) cotiza a 241,55 dólares, lo que supone un fuerte descenso del 4,94% en las últimas 24 horas.
Este movimiento amplía las pérdidas de Tesla en lo que va de año a cerca del 40%, con la acción actualmente a más del 50% de su máximo de diciembre de 2024 de 488,54 dólares. La cotización actual sitúa a Tesla muy por debajo de sus medias móviles clave de 50 y 200 días, lo que confirma una tendencia bajista en todos los plazos principales.
Los indicadores técnicos pintan un panorama pesimista a corto plazo. El Índice de Fuerza Relativa (RSI) ha caído al territorio de sobreventa cerca de 28, lo que sugiere que el impulso bajista está dominando, pero puede estar acercándose al agotamiento. La próxima zona de soporte de Tesla se sitúa en 235 $, seguida de 220 $ si se intensifica la presión vendedora. Al alza, la resistencia inmediata se encuentra cerca de 260 $, que coincide con la media móvil de 50 días. Sin embargo, cualquier recuperación significativa necesitaría una ruptura por encima de los 275 $ para indicar un posible cambio de tendencia.
Dinámica de la cotización de TSLA (febrero 2025 - abril 2025). Fuente: TradingView.
Las tendencias de volumen también refuerzan las perspectivas bajistas. El volumen medio diario de negociación de Tesla en las últimas 10 sesiones ha aumentado hasta aproximadamente 152 millones de acciones, significativamente por encima de su media de 3 meses de alrededor de 119 millones, lo que refleja una mayor presión de venta. La línea MACD se mantiene por debajo de la línea de señal en más de 3,5 puntos, con el histograma profundamente en territorio negativo, lo que confirma que el impulso está sesgado a la baja. Por su parte, las bandas de Bollinger se han ampliado hasta un margen de 20 puntos, con el precio anclado cerca de la banda inferior -actualmente en torno a 239 $-, lo que indica un fuerte impulso bajista. A menos que el volumen cambie decisivamente a favor de los compradores o que el MACD señale un cruce alcista, es probable que la estructura técnica de Tesla siga favoreciendo nuevos descensos.
Incertidumbre estratégica y presión macroeconómica
La caída de las acciones de Tesla tiene su origen tanto en los pivotes estratégicos como en los vientos en contra macroeconómicos. Internamente, la decisión de la empresa de retrasar el lanzamiento de su esperado modelo EV asequible en favor de una plataforma robotaxi ha alimentado el escepticismo de los inversores. Aunque la iniciativa del vehículo autónomo -con el Cybercab- es un paso audaz, el calendario de producción se ha retrasado al menos hasta 2026, lo que elimina un catalizador clave del crecimiento a corto plazo.
Externamente, las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China se han intensificado, creando efectos dominó en toda la industria automotriz. El arancel del 54% impuesto por la administración Trump a las piezas de automóviles y componentes de baterías fabricados en China eleva significativamente los costes de producción de Tesla. En respuesta, China ha impuesto un arancel del 34% a las exportaciones estadounidenses, lo que podría frenar las ventas de vehículos de Tesla en un mercado que representó más del 20% de sus entregas el año pasado. Los analistas estiman que estos aranceles podrían recortar los ingresos de EE.UU. en un 3,5% y reducir la demanda interna hasta un 9% en 2025.
Tesla también se enfrenta a retos relacionados con la marca, especialmente en China, donde las afiliaciones políticas de Elon Musk han creado una reacción violenta. Esto ha abierto la puerta a competidores locales como BYD y Nio para ampliar su cuota de mercado. Además, el descenso del 15,1% en las ventas de vehículos eléctricos de Tesla en California en el primer trimestre pone de manifiesto la pérdida de impulso nacional en medio de esta dinámica más general.
Perspectivas y previsión de precios
Las perspectivas para las acciones de Tesla siguen siendo de cautelosas a bajistas a corto plazo. El sentimiento de Wall Street se ha vuelto más crítico, y UBS ha recortado su objetivo a 12 meses a 190 dólares, citando un descenso previsto del 11% en las entregas de 2025. Goldman Sachs y Mizuho también han recortado sus objetivos, señalando el descenso de la demanda y el aumento de los costes. Incluso voces alcistas como Dan Ives, de Wedbush, han moderado las expectativas, rebajando su precio objetivo de 550 a 315 dólares, al tiempo que reconocen riesgos para la reputación y retrasos en la ejecución.
Basándose en las actuales condiciones técnicas y fundamentales, es probable que Tesla siga bajo presión en las próximas semanas. Es probable que vuelva a probar el nivel de soporte de 235 $. Si ese nivel no se mantiene, el siguiente objetivo serían los 220 $. Cualquier rebote se enfrentará a una fuerte resistencia en 260 $ y luego en 275 $. A menos que Tesla sorprenda a los mercados con unos beneficios positivos o una aceleración de los avances en el frente robotaxi, se espera que la tendencia bajista prevaleciente persista hasta el segundo trimestre de 2025.
Tesla se enfrenta a un aumento de los costes de producción debido a un arancel del 145% sobre los productos chinos, lo que supone unos 5.000 dólares por vehículo. Los analistas advierten de que esto podría reducir la demanda estadounidense hasta un 9%, lo que tensaría aún más sus resultados de entrega.