La economía de la eurozona supera las previsiones en el 1T

La economía de la eurozona creció un 0,4% en el primer trimestre de 2025, duplicando la mayoría de las previsiones y mostrando una sorprendente resistencia en medio de la presión comercial de Estados Unidos y la moderación de la actividad de los consumidores.
Los datos de Eurostat publicados el miércoles mostraron que la región superó las expectativas de crecimiento del 0,2%, con ganancias impulsadas en gran medida por las economías más pequeñas del sur de Europa, informa Cryptopolitan.
Alemania roza la recesión, pero el impulso sigue siendo débil
Alemania, la mayor economía del bloque, logró un modesto aumento del 0,2% del PIB tras una contracción del 0,2% en el cuarto trimestre de 2024, evitando por poco una recesión técnica. El crecimiento se debió a un ligero repunte del consumo y la inversión empresarial, aunque persistió la debilidad de la industria. Sectores clave como el automovilístico y el de la construcción siguen presionados por el aumento de los costes y la incertidumbre en torno a las exportaciones, especialmente ante la amenaza de los aranceles estadounidenses sobre los productos europeos durante el verano.
Berlín se enfrenta ahora a un plazo crítico en julio, cuando expira una reducción temporal de los aranceles estadounidenses del 20% al 10%. El Ministro de Economía alemán, Robert Habeck, advirtió la semana pasada de que el país podría registrar un crecimiento económico nulo durante todo el año debido a estas fricciones comerciales y rebajó la confianza empresarial.
El sur de Europa e Irlanda lideran las subidas
El crecimiento general se vio favorecido por los mejores resultados de las economías más pequeñas. España y Lituania registraron un crecimiento del 0,6% en el trimestre, mientras que Italia sumó un 0,3%. Irlanda registró un fuerte aumento trimestral del 3,2%, lo que no es inusual dada su gran exposición a la actividad multinacional, que a menudo distorsiona las lecturas del PIB.
Francia, por su parte, sólo subió un 0,1%, lo que refleja la atonía de la demanda interna y el escaso impulso a pesar de la relajación del BCE.
La política del BCE es favorable, pero no inmune a las perturbaciones comerciales
El Banco Central Europeo lleva recortando los tipos de interés desde mediados de 2023 para estimular el crecimiento, y la última vez recortó su tipo de interés de depósito al 2,25% a principios de este mes. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, afirmó que la senda de desinflación del bloque está prácticamente concluida, lo que sienta las bases para seguir apoyando la política monetaria. Sin embargo, advirtió de que las perturbaciones externas -en particular la agenda arancelaria de Trump- corren el riesgo de descarrilar la recuperación.
El BCE debe actualizar sus previsiones de crecimiento e inflación en junio, y cualquier indicio de escalada comercial con Estados Unidos podría influir en el ritmo y la profundidad de futuros recortes de tipos. Mientras tanto, la UE ha aplazado las represalias arancelarias, pero ha indicado que las conversaciones con Washington deben progresar antes de julio para evitar una nueva escalada.
Los últimos datos ofrecen una rara sorpresa al alza para la Eurozona. Pero con un crecimiento frágil en las economías centrales y riesgos externos crecientes, el camino a seguir sigue siendo incierto.
Recientemente escribimos que el euro se relajó ligeramente el martes, cotizando en torno a 1,1390 dólares después de acercarse a la marca de 1,15 dólares a principios de este mes, su nivel más alto desde 2021.