¿Por qué suelen fracasar los traders?

Un estudio de los day traders brasileños en el mercado de futuros de renta variable de ese país, el tercero más grande del mundo, descubrió que el 97% de ellos que operaron durante más de 300 días perdieron dinero. Según los autores, "sólo el 1,1% ganaba más que el salario mínimo brasileño y sólo el 0,5% ganaba más que el salario inicial de un cajero de banco, todo ello con gran riesgo".

Un estudio de los day traders taiwaneses entre 1992 y 2006 (que abarca la era de las puntocom) mostró que el 74% de todo el volumen de day trading es atribuible a traders sin historial de éxito, y en un día cualquiera, el 97% de los day traders pierden dinero neto de comisiones de trading.

Un estudio de más de 66.000 hogares con cuentas en un gran broker de descuento entre 1992 y 1997 mostró que los operadores activos obtuvieron un rendimiento inferior al índice de mercado ponderado por valor en un 10,3%.

La propia eToro descubrió que el 80% de sus usuarios perdieron dinero en un periodo de 12 meses.

Incluso cuando los mercados suben, como en 1998 y 1999, cuando la manía de las puntocom hizo que el S&P 500 subiera un 30% y el Nasdaq más de un 100%, un estudio de 324 operadores diarios reveló que sólo el 36% obtenía beneficios, mientras que el 64% sufría pérdidas.

Operar en exceso. Comprar y vender acciones es costoso, incluso si el inversor utiliza un bróker sin comisiones. Puede que el corredor no cobre una comisión obvia, pero entre bastidores se le está pagando por dirigir las órdenes de los clientes a creadores de mercado específicos, que no siempre ofrecen los mejores precios. Además, las plusvalías de una posición en EE.UU. están sujetas al impuesto sobre plusvalías, que para los activos mantenidos durante menos de un año es el mismo que el impuesto sobre la renta ordinaria. Puede compensar las ganancias con pérdidas, hasta cierto punto, pero si sus pérdidas son lo suficientemente profundas como para compensar sus ganancias, es posible que esté en el negocio equivocado.

No diversificar ni cubrir. Se trata simplemente de una mala gestión del riesgo, pero si un operador está "scalping" -operando dentro y fuera del mercado para acumular pequeñas ganancias- es imposible tener una diversificación real. Además, la rápida rotación de las operaciones hace que resulte poco rentable y práctico comprar coberturas, como opciones de venta, para proteger una posición.

Apalancamiento. Los inversores que utilizan préstamos de margen para comprar acciones corren un riesgo adicional si el valor de sus participaciones cae. El prestamista puede obligar al inversor a vender las acciones para cubrir la totalidad o parte del préstamo. Además, con la subida de los tipos de interés, el coste de estos préstamos aumenta, lo que reduce los beneficios.

Manada. Los investigadores han descubierto que los traders de Robinhood se sienten atraídos por las acciones que "llaman la atención", es decir, las que aparecen en las redes sociales o en las listas de las mejores acciones. Escriben que "el 35% de las compras netas de los usuarios de Robinhood se concentra en 10 valores, frente al 24% de las compras netas de la población general de inversores minoristas". Y concluyen: "En consonancia con los modelos de negociación inducida por la atención, las compras intensas de los usuarios de Robinhood pronostican rentabilidades negativas. Los rendimientos anormales medios a 20 días son de menos 4,7% para los valores más comprados cada día". Esto tiene sentido - todo el mundo corre hacia las salidas a la primera señal de problemas.

Ignorancia. A menudo se aconseja a los day traders que "se eduquen a sí mismos operando". Esto puede tener cierto mérito para las estrategias de seguimiento de tendencias, pero no es la manera de obtener una comprensión profunda de una industria. Además, exige que los operadores sean capaces de mantener la liquidez, es decir, de evitar la quiebra, durante meses. Además, aprender con éxito "en el trabajo" es difícil incluso para los inversores institucionales establecidos. Para reforzar el punto de vista de Malkiel y los datos de los fondos de cobertura mencionados anteriormente, CXO Advisory Group completó recientemente un examen de ocho años de las previsiones de mercado de los analistas y descubrió que, por término medio, sólo acertaron el 47%, peor que lanzar una moneda al aire.

Toma de decisiones emocional. La aversión a la pérdida, la tendencia humana a sentir más dolor por una pérdida que placer por una ganancia, a menudo hace que la gente se aferre a las acciones perdedoras más tiempo del que debería y venda las ganadoras demasiado pronto. Si a esto le sumamos el material de las redes sociales que alimenta el síndrome FOMO, puede resultar difícil tomar decisiones racionales sobre las inversiones.