Selección natural: Cómo ha evolucionado el mercado blockchain

En los albores de la era de las criptomonedas, sólo había una cadena de bloques: la red Bitcoin. Pero hoy en día hay docenas de "cadenas digitales" que evolucionan constantemente y compiten ferozmente entre sí. ¿Qué cadenas de bloques son tendencia hoy en día y cuáles han perdido relevancia?
Recientemente, Tether -el emisor de la mayor stablecoin, USDT- hizo un anuncio importante. A partir del 1 de septiembre, dejará de dar soporte a cinco blockchains a la vez: Algorand, Bitcoin Cash SLP, EOS, Kusama y Omni Layer.
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Según el CEO de Tether, Paolo Ardoino, estas redes han quedado obsoletas. Aunque una vez fueron populares y desempeñaron un papel clave en la propagación de USDT, hoy en día prácticamente no hay demanda para ellas.
"Poner fin al apoyo a estas blockchains obsoletas nos permitirá centrarnos en plataformas que ofrecen una mayor escalabilidad, compromiso de los desarrolladores y participación de la comunidad, todos ellos componentes clave para impulsar la próxima ola de adopción de stablecoin", subrayó.
Tether ya había dejado de emitir stablecoins en estas redes hace unos años, dando tiempo a los usuarios a retirar sus activos. Ahora, la empresa planea centrarse en soluciones de segunda capa como Lightning Network y otras blockchains emergentes.
La historia de las cadenas de bloques
La decisión de Tether es lógica y esperada: puestos a elegir, es mejor centrarse en plataformas modernas y activas. Pero esa opción no siempre ha existido. Hace apenas 20 años, las cadenas de bloques no existían en absoluto.
La primera cadena de bloques no se presentó hasta 2008, y sólo sobre el papel, cuando el misterioso Satoshi Nakamoto publicó el libro blanco de Bitcoin. En él describía un sistema descentralizado de dinero digital en el que las transacciones se agrupaban en bloques vinculados por criptografía. Esta estructura se conoció como "blockchain". El lanzamiento de la red Bitcoin en enero de 2009 marcó la primera implementación en el mundo real de la tecnología blockchain.
Hasta 2015, Bitcoin no tuvo competencia real, hasta que apareció Ethereum. A diferencia de Bitcoin, el proyecto de Vitalik Buterin no solo almacenaba transacciones, sino que también permitía a los desarrolladores ejecutar contratos inteligentes, programas autoejecutables en la cadena de bloques. Esto amplió el uso de la tecnología más allá del dinero digital y dio lugar a todo un ecosistema de aplicaciones descentralizadas (dApps). Ethereum se considera la "segunda generación" de blockchain, ya que allanó el camino para DeFi, NFT y otras nuevas formas de interacción digital.
Con el paso del tiempo, la tecnología ganó popularidad y empezaron a surgir nuevas blockchains como Cardano, Polkadot, Solana, Avalanche y otras. Sus creadores trataron de resolver problemas como la escalabilidad, la velocidad de las transacciones y las elevadas comisiones, problemas que afectaban a las generaciones anteriores. Cada uno de estos nuevos proyectos introdujo innovaciones únicas, desde el procesamiento paralelo de bloques hasta mecanismos de consenso más eficientes y una mayor eficiencia energética.
Las cadenas de bloques más populares
Hoy en día, las blockchains más populares por TVL (Valor Total Bloqueado) son Ethereum, Tron y Solana. Echemos un vistazo más de cerca a cada una de ellas.
Ranking de blockchains por TVL. Fuente: CoinMarketCap
El dominio de Ethereum se debe en gran medida a su condición de veterano. Su ventaja como pionero se ganó la confianza de grandes proyectos como Uniswap, Aave, Lido, MakerDAO y muchos otros. Además, Ethereum sigue evolucionando: la transición a Proof-of-Stake, el desarrollo de sharding y soluciones de escalado de capa 2 como Arbitrum y Optimism están haciendo que la red sea más eficiente y escalable.
Tron debe gran parte de su popularidad a la stablecoin USDT. En su red se procesan diariamente transacciones de USDT por valor de miles de millones de dólares. Gracias a sus bajas comisiones y alto rendimiento, Tron se ha convertido en la blockchain preferida para transferir y almacenar USDT, especialmente en países en vías de desarrollo e intercambios centralizados.
Solana subió a los tres primeros puestos gracias al bombo de memecoin de 2024-2025. Con un rendimiento de alta velocidad y comisiones cercanas a cero, Solana demostró ser una plataforma ideal para el comercio de tokens de baja liquidez, incluidas memecoins especulativas como WIF, BONK y otras.
Completan los cinco primeros puestos Binance Smart Chain -una blockchain estrechamente vinculada al ecosistema de Binance- y Arbitrum, una exitosa solución de capa 2 para escalar Ethereum.
Curiosamente, Bitcoin no figura entre las cinco primeras cadenas de bloques por TVL. Esto se debe a que su red nunca fue diseñada para aplicaciones descentralizadas complejas o contratos inteligentes. Bitcoin se centra principalmente en almacenar y transferir valor, no en soportar protocolos DeFi.
Quién se quedó atrás
Aunque el espacio blockchain parece vibrante y competitivo hoy en día, ha habido varios proyectos importantes que no superaron la prueba del tiempo. Uno de esos casos es EOS, que celebró una ICO récord en 2018, recaudando más de $ 4 mil millones. Pero después del lanzamiento de la red, luchó con problemas de gobernanza, preocupaciones de centralización y falta de casos de uso en el mundo real. Como resultado, el interés de desarrolladores e inversores se desvaneció. En 2024, EOS incluso entró en la lista de "proyectos zombis" de Forbes.
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Otro ejemplo es NEO, llamado en su día "el Ethereum chino". Ganó adeptos durante el auge de los contratos inteligentes en Asia, pero tras las medidas regulatorias en China -combinadas con el auge de blockchains más flexibles y modernas como Solana y Avalanche- NEO perdió relevancia. La misma suerte corrieron Lisk y Qtum, proyectos con ambiciones técnicas, pero que carecían del ecosistema y el apoyo comunitario necesarios para prosperar.
Conclusión
El mundo del blockchain ha evolucionado desde una única red experimental hasta docenas de plataformas de alta tecnología, cada una de las cuales compite por un papel en la economía digital del futuro. Algunas blockchains, como Ethereum, han mantenido su liderazgo gracias a la innovación continua y a comunidades fuertes. Otras, como Tron y Solana, encontraron su nicho a través de stablecoins y memecoins.
Al mismo tiempo, el mercado no muestra piedad ante el estancamiento o la debilidad. Proyectos como EOS, NEO y Lisk demostraron que incluso miles de millones en financiación y promesas llamativas no salvarán una blockchain sin una adopción real y un crecimiento estratégico. La industria vive según las reglas de la selección natural: no sobreviven las plataformas más ruidosas, sino las más útiles. Donde antes bastaba con innovar, ahora priman la confianza a largo plazo, la utilidad y la resistencia.